Paul Cézanne, que es considerado el padre del arte Moderno, heredó la luz de los impresionistas para dejarla implícita en la mayoría de sus obras.

También la luz parece formar parte inherente de este diseño de cocina. Ese continuo coqueteo con los espacios, lo identifica y lo distancia del resto de modelos de su rango. Nada es ajeno a la distinción que fluye de sus singulares fórmulas compositivas ni a los peculiares matices de cada leve detalle.

Se decía de Cézanne que sus mejores cuadros eran los inacabados, porque quedaba completamente destrozado por la incesante búsqueda de encontrar en ellos una nueva concepción de la pintura neoimpresionista de su tiempo.

El modelo CÉZANNE contiene en su esencia, parte de esa continua búsqueda de perfiles diferenciadores.